Desfibrilador semiautomático (DESA): ¿Cómo utilizarlo?

Eficaz y fácil de usar, el desfibrilador semiautomático salva vidas en casos de paro cardiaco y es esencial en empresas en las que potencialmente haya la posibilidad de que ocurra un paro cardíaco.

¿Qué es un desfibrilador semiautomático?

Los desfibriladores son dispositivos que se utilizan para reiniciar el corazón de un paro cardíaco. Como cualquier otro desfibrilador, un desfibrilador semiautomático (DESA) es un dispositivo que suministra una descarga eléctrica a través de los electrodos para reactivar la actividad cardíaca. Se llama "semiautomático", ya que a diferencia del desfibrilador automático, que no requiere de la acción de una persona para provocar una descarga, en el semiautomático si que se requiere de una persona que active un botón para administrar la descarga a la víctima de un paro cardíaco .

Características de un DESA

Fácil de usar, la utilización del DESA no requiere preparación. Por otra parte, la ley permite a cualquier persona, incluso sin preparación, que sea testigo de un paro cardíaco a utilizar un desfibrilador semiautomático para rescatar a la víctima.

Igual que el desfibrilador automático, el DESA está equipado con una tarjeta de memoria que contiene electrocardiogramas. La tarjeta de memoria también registra el número de descargas eléctricas utilizadas. Posteriormente, estos datos serán analizados por médicos. El DESA analiza el ritmo cardíaco de la víctima y evalúa si se necesita una descarga para reanimar a la víctima.

El DESA instalado en la empresa puede reducir significativamente el riesgo de muerte asociado a paro cardíaco.

 

¿Cómo funciona un desfibrilador semiautomático?

Cuando una persona sufre un paro cardíaco, hay que actuar muy rápido, ya que cada segundo cuenta. Una vez has cogido el dispositivo DESA debes instalar los electrodos en el torso de la víctima, sobretodo un electrodo debajo de la clavícula derecha y otro debajo de la axila izquierda de la víctima. Una voz memorizada en el DESA te dirá cuándo administrar la descarga.

Según los expertos, el DESA no tiene ninguna desventaja en comparación con el desfibrilador totalmente automático. Algunos incluso afirman que realizar la descarga eléctrica a través de un botón es una garantía adicional ya que asegura que la operación se lleva a cabo en buenas condiciones y no hay riesgo para la víctima o el rescatador.

La compra de un desfibrilador semiautomático cuesta un promedio de 1.500 € y 150 € al mes para el alquiler.

 

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