La fregadora es uno de los equipos de limpieza profesionales más eficientes y beneficiosos: un verdadero dos-en-uno que limpia profunda y rápidamente diferentes tipos de superficies. Los profesionales pueden elegir entre dos tipos principales de materiales. A continuación, averigua lo que necesitas saber para tomar la decisión correcta.
¿Cómo funciona la fregadora?
Una fregadora limpia los suelos según el principio de una doble acción: lavado y secado.
Un cepillo giratorio dispuesto en la parte delantera (pueden llegar a ser varios cepillos en algunos modelos) recorre, limpia y desengrasa en profundidad largas superficies mediante la combinación de su acción y el detergente dispuesto en un compartimento separado.
Después de esta primera operación, un extractor colocado en el extremo de la fregadora aspira todo el detergente repartido en el suelo, con el fin de dejar una superficie limpia y seca tras su paso.
Dependiendo del uso que se hace, pero también en función de la naturaleza de la superficie a limpiar, el cepillo de la fregadora puede ser sustituido por discos de una dureza más o menos alta.
Las dos principales familias de fregadoras
Las fregadoras se dividen en dos grandes familias: las fregadoras autopropulsadas y las fregadoras de hombre a bordo.
- La fregadora de hombre a bordo tiene forma de un mini-vehículo: el usuario está sentado en la cabina de mando para el funcionamiento de la máquina. Se pueden encontrar en muchos supermercados de alimentos.
- La fregadora autopropulsada esta vez la operación se realiza de pie, no sentado, el usuario está colocando al lado. Goza de materiales de propulsión que hacen que su manejo sea especialmente fácil y sin esfuerzo.
La fregadora puede ser equipada con un motor de combustión interna para uso en el exterior o un motor eléctrico para uso en interior. Las ventajas del motor eléctrico son el bajo nivel de contaminación acústica y bajo impacto ambiental que producen.
Una fregadora de hombre a bordo con un funcionamiento a partir de un motor de combustión interna, es capaz de limpiar superficies mayores de 10.000 m² mientras que una fregadora eléctrica limpia un máximo de 10.000 m². Son dos criterios a tener en cuenta para tomar la decisión correcta.
Una fregadora autopropulsada es recomendable para áreas más pequeñas ya que su uso es óptimo para las zonas comprendidas entre 200m² y 1.000m², dependiendo del modelo.
Ventajas, precio y modos de adquisición de fregadoras
Ya sea autopropulsada o con conductor, una fregadora sigue siendo una fuente de ventajas:
- Alto nivel de limpieza e higiene. Las fregadoras son algunos de los dispositivos de limpieza más eficientes conocidos en el entorno de los alimentos, la salud y al por mayor.
- Una inversión rápidamente rentable. El coste inicial es amortizado, por la calidad de limpieza que genera.
- A diferencia de otros materiales, la fregadora seca inmediatamente después de su paso, evitando el riesgo de caídas y lesiones en el lugar de trabajo, en las tiendas y lugares públicos.
El precio de compra de una fregadora varía dependiendo de la categoría del equipo:
- Fregadora con conductor puede costar de 10.000 € a más de 20.000 €.
- Fregadora con conductor de motor térmico: a partir de 20.000 € a más de 30.000 €.
- Fregadora autopropulsada por un motor eléctrico o de combustión por cantidades entre 3.000 € y más de 5.000 €
Por último, teniendo en cuenta que el precio de adquisición de estos equipos puede ser algo elevado, ten en cuenta que muchos proveedores ofrecen el alquiler, una solución ventajosa para ahorrar.
