El sustrato es un elemento esencial en la práctica agrícola y ganadera. Se define como el medio físico en el que se desarrollan las raíces de las plantas o el soporte donde viven los organismos en una producción animal. Su correcta elección y manejo son fundamentales para garantizar el éxito de los cultivos y la crianza de animales.
Existen diferentes tipos de sustratos utilizados en agricultura y ganadería. Los más comunes son:
Es el sustrato natural por excelencia, compuesto por minerales, materia orgánica, agua y aire. La textura, pH y contenido de nutrientes varían según la región y la gestión agrícola.
Utilizado en cultivos sin suelo, donde las plantas crecen en una solución acuosa que contiene los nutrientes esenciales.
Elaborado a partir de materiales naturales como turba, compost o fibra de coco, proporciona nutrientes y mejora la estructura del suelo.
Empleados para mejorar el drenaje y la aireación en suelos pesados.
Un sustrato rico en nutrientes favorece el desarrollo óptimo de las plantas y animales, mejorando su crecimiento y producción.
Un buen sustrato permite una adecuada circulación de aire, evitando problemas de falta de oxígeno y facilitando la respiración de las raíces.
Retiene la cantidad justa de agua, asegurando un suministro constante sin exceso que pueda provocar pudriciones.
Al utilizar sustratos libres de patógenos, se reduce el riesgo de enfermedades en las plantas y animales.
El uso de sustratos adecuados favorece la conservación del medio ambiente y el aprovechamiento eficiente de recursos.