Si tienes un sistema de control de acceso (entrada y salida del personal) en tu empresa y tienes miedo que pueda adulterarse por malas prácticas, esta información te interesa. Los antiguos sistemas de asistencia como las fichas de control (que podían ser firmadas por otras personas, por ejemplo) son sustituidos por versiones cada vez más innovadoras.
Dentro de los avances tecnológicos aplicados en el campo de la información de control personal de acceso destacan el uso de sistemas biométricos o de reconocimento personal.
Un sistema biométrico es un sistema que realiza labores de biometría, el estudio de métodos automáticos para el reconocimiento único de seres humanos basados en rasgos físicos o de conducta. Entre los parámetros que miden estos sistemas están el rostro, la geometría de la mano, la escritura, las huellas digitales, el iris, la retina y la voz. La enorme ventaja que presentan estos sistemas a nivel de seguridad en el control es que dichos parámetros no se pueden modificar ni trucar por medio de la ingeniería para reproducir información personal. Por tanto, no pueden ser robados como otros sistemas basadas en claves personales para acceder a información o zonas de acceso restringido.
Dentro de sus usos más habituales en empresas privadas y estatales se encuentra el control de acceso para el personal. El sistema de control de acceso por huella no sólo registra horarios, sino que también genera informes y analiza datos reduciendo significativamente el coste y la pérdida de tiempo que antes requería esta tarea.
Ahora bien ¿por qué es tan demandado el control de acceso por huella digital en sistemas de seguridad? La causa es que las huellas digitales son únicas en cada persona, aun en el caso de mellizos idénticos. Aunque dos huellas puedan parecer iguales a primera vista, el sistema puede señalar marcadas y claras diferencias que (en la base de datos) están ligadas a un determinado individuo y no a otro. El trabajo del escáner de huellas dactilares es el de desempeñar el papel de un analista humano que recoge una muestra de impresión y luego la compara con los registros grabados.
