Taburete Ergonómico Con Respaldo Regulable En Altura Modelo 1022AB2 Weelko Verde

Si está pensando en adquirir un taburete destinado a tratamientos de belleza debería tener en cuenta que algunos tipos de tratamientos de belleza y terapias de estética pueden requerir el uso de taburetes con algunas características especiales adaptadas a cada modalidad de tratamiento en concreto. Es por ello por lo que, antes de decidirse a adquirir un taburete de belleza, debería pararse a pensar cuáles son exactamente sus necesidades y analizar las características del taburete en concreto para comprobar que realmente se ajustan a lo que usted realmente necesita.

Aunque todos los taburetes de belleza puedan parecer muy similares a simple vista, debe saber que no todos son iguales sino que, como cualquier otro tipo de equipamiento profesional de belleza, cada artículo en concreto se diseña en función de unas características y unas necesidades concretas.



¿Cómo elegir un taburete para tratamientos de belleza?
Elegir un taburete
Si desea seleccionar un taburete adecuado para un tratamiento de belleza determinado, no debería comenzar analizando solo criterios de economía o diseño estético, puesto que si lo que busca es funcionalidad, estos detalles no suelen indicar que el taburete sea el más adecuado a sus necesidades. La selección del taburete es de fundamental importancia para realizar la terapia de manera confortable y sin producir en el usuario ningún tipo de malestar o molestia durante el tiempo que dure la sesión de tratamiento. Es por ello por lo que en primer lugar, la elección del taburete debe centrarse en cuestiones de ergonomía y ser estudiada desde el punto de vista de la posición con que se ubica el usuario durante la sesión de tratamiento estético.

Partimos por tanto el análisis del taburete analizando las características propias de la estructura del asiento sobre el que descansa el peso del usuario. Como sabemos, no son propiamente los músculos sino la estructura ósea del ser humano, la responsable de la descarga del peso del cuerpo, de manera que son los propios huesos en combinación con los músculos, los que descargan el peso sobre las nalgas al sentarnos sobre una superficie en concreto, siendo las tuberosidades isquiales las responsables de la transmisión de aproximadamente el 75% de la descarga del peso hacia el asiento.