Para equipar tus instalaciones con unafuente de agua, puedes comprarla o optar por el alquiler o leasing. Para ayudarte a elegir el contrato más adecuado, aquí te comentamos las ventajas y desventajas de cada solución.
Alquilar una fuente de agua
El alquiler de una fuente de agua es una de las soluciones más populares. Su atractivo reside en la gama de servicios incluidos en el contrato de arrendamiento: el cuidado, mantenimiento y resolución de problemas. Optando por el alquiler de una fuente de agua, te aseguras de que se mantenga en perfectas condiciones. Pero ese no es el único beneficio de la operación:
- El proveedor, en el caso de alquiler de una fuente de agua, rellena las botellas de suministros y consumibles.
- Los seguros de la fuente también se incluyen en el precio del alquiler.
- Además, la fuente está en garantía durante la duración del contrato de arrendamiento y mantenimiento.
- Algunos proveedores acuerdan descuentos en sus tarifas si firmas un contrato de arrendamiento lo largo de varios años. Los ahorros resultantes pueden alcanzar el 20%.
- Puedes cambiar el tipo de fuente durante el contrato de acuerdo a tus necesidades. Será reevaluado el precio del alquiler de la fuente.
Comprar una fuente de agua
El principal argumento a favor de esta solución es el económico: la compra de una fuente de agua impide a la empresa aumentar sus gastos mensuales, sin embargo, deberán comprarse filtros de sustitución y accesorios (vasos…).
Precauciones para tu compra:
- Deberás contratar servicios que incluyan visitas de mantenimiento (cambio de filtro...) y mantenimiento sanitario (desinfección de todos los elementos en contacto con el agua) o mantenerlo tú.
- También deberás asegurar tu fuente de agua, a menos que hayas adquirido un contrato de servicio.
- Antes de comprar tu fuente, asegúrate de que el proveedor ofrece asistencia y la venta de materiales de construcción (kits de desinfección, bandeja de goteo, etc.)
Leasing de una fuente: ¿Una solución intermedia?
El contrato de alquiler con opción a compra o leasing, por lo general, dura un período de 1 a 3 años. A raíz de este contrato, se puede comprar la fuente de agua o renovar el contrato por otro período.
El contrato de alquiler con opción a compra puede incluir las visitas de mantenimiento dos veces al año y la prestación de desinfección. Algunos proveedores ofrecen condiciones de pago trimestral o semestral. Esto te permite llegar a ser el propietario de tu fuente de agua.
Para la compra, alquiler o leasing de una fuente de agua, si no estás seguro del camino a seguir, consulta a proveedores. |
