Desde distintos frentes se están impulsando en nuestro país las medidas necesarias para que el comercio electrónico vaya afianzándose y se convierta en un recurso para adquirir bienes y servicios. Sin embargo, que el precio de la banda ancha siga siendo caro en comparación con los demás países de la Unión Europea afecta negativamente este propósito. Según el reciente informe proporcionado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), España es la nación donde más se paga por el servicio de banda ancha entre las 34 naciones investigadas. Como ejemplo, los españoles pagamos el doble que en Reino Unido y el triple que en Japón, Eslovaquia o Turquía. Si se considera el poder adquisitivo de cada país, España se ubica entre los 5 más caros, detrás de Noruega, Luxemburgo, Australia y Suiza.
El dato cobra trascendencia si tomamos en cuenta que en el 2009 en el mismo informe España ocupaba el lugar número 12, lo que también evidencia la inflación en la adquisición de estos servicios. Otro de los factores influyentes es el subdesarrollo de la tecnología para ofrecer Internet en alta velocidad que se traduce en el aumento de su precio. Y un tercer factor que tampoco podemos pasar desapercibido es el menor consumo de banda ancha por parte de la población española (23,4%) en comparación con el 24,9% de promedio de la OCDE.
Pero hay buenos pronósticos: por un lado, la Comunidad Europea está apostando fuertemente por el desarrollo de proyectos de fotónica que potencien la prestación de banda ancha ultrarápida y tienen como objetivo ofrecer a los consumidores un servicio más veloz y sin gastos suplementarios. Por otro, está en marcha la aplicación de una medida gubernamental que obligue a los proveedores de Internet a proporcionar banda ancha de 30 MB al 98% de la población antes de 2020. Lo anterior es un aliciente para seguir promoviendo nuestros productos y servicios en mercados electrónicos como SoloStocks.
