Encontramos múltiples modelos diferentes de volquetes autobasculantes en el mercado.Las características, las dimensiones específicas, los materiales de fabricación… hay diferentes aspectos personalizables para conseguir el volquete que mejor se adapte a tus necesidades.
Capacidad y dimensiones
La elección del formato volquete autobasculante varía dependiendo de varios factores:
- Propiedades y capacidad de las base en la que se fijará.
- Altura máxima y límite de peso de la carga.
- Tipo de material transportado.
- Densidad, peso, humedad, corrosión, volatilidad...
- Entorno.
- Uso en un almacén o en un espacio abierto.
- Finalidad de la carga.
Aprovisionamiento de materias primas, para la posterior eliminación de residuos.
Dependiendo de estos parámetros, el cliente debe elegir las dimensiones apropiadas (de 80 cm² a 180 cm²), una capacidad suficiente (300 litros a 1000 litros) y una carga máxima bien limitada (entre 1.200 kg y 2.000 kg).
Materiales de fabricación
Los volquetes pueden estar fabricados con un material específico, dependiendo del uso previsto:
- Metal de inflexión o de polietileno (más ligero, adecuado para el transporte de líquidos).
- Acero inoxidable o recubrimiento galvanizado (protección contra la corrosión).
- Diseño hermético para el transporte de sustancias líquidas.
Características y funciones adicionales
Basado en un modelo estándar, se pueden encontrar volquetes autobasculantes con características específicas para responder mejor a necesidades concretas.
- Recipientes de chapa perforada: adecuados para cargas líquidas o húmedas con el fin de permitir el drenaje después de la descarga.
- Elevador basculante: permite la inclinación progresiva del volquete.
- Enganche de tracción: eje de metal con un gancho para remolcar un vehículo.
- Caja doble: para cargar el doble de material durante un mismo viaje. Puedes llevar dos cargas de diferente naturaleza sin mezclarse.