Organización de un almacén: ¿cómo hacerlo?

Existen varias razones que pueden llevar a la reforma de un almacén: cambio o aumento de actividad, utilización de nuevas técnicas de producción, etc. El almacén debe organizarse de la manera más racional posible. La disposición del almacén debe hacerse adecuadamente para que la empresa pueda aumentar su rentabilidad, aumentar la productividad y optimizar las horas de trabajo.

Organización del almacén: preguntas que debes hacerte

Antes de elegir el equipo de almacenamiento y determinar la mejor organización de un almacén, debes responder a una serie de preguntas que determinarán las reglas para la disposición del almacén:

  • ¿Cuáles son las funciones del almacén? ¿Se utiliza el almacén como zona de tránsito, un área de almacenamiento intermedio? ¿Está destinado a la entrega de clientes finales? ¿Es una salida de la fábrica?
  • ¿Qué tipo de mercancías se almacenan: alimentos, productos de construcción, materias primas, farmacéuticas, industriales? ¿Cuál es el volumen medio de mercancías? ¿Cuál es su condición?
  • ¿Con qué rapidez se reciben y entregan las mercancías: diariamente, varias veces por hora, semanalmente, mensualmente?
  • ¿Cuál es el método de almacenaje más común: palets, estanterías?

 

Para el layout de almacén, deben analizarse estos elementos para optimizar la eficiencia.

 

Es bueno saber


Tanto al abrir un almacén, como durante su actividad, estarás sujeto a varias comprobaciones de conformidad de su estructura: instalaciones eléctricas, equipos (incluyendo estanterías). Es mejor disponer de un diagnóstico preciso del estado de tu almacén (grietas, humedad...) para planificar los trabajos de renovación adecuados.

 

Consejos para reformar un almacén

El método ABC, que puede traducirse en una buena actividad en el lugar adecuado, es un estándar de gestión de stocks de almacén que permite un almacenamiento industrial óptimo. Esto incluye estanterías y planificación de espacios. Este método permite adaptar la estantería a la naturaleza y carga de las mercancías teniendo en cuenta el grado de rotación de las mismas.

  • A: es equivalente a una tasa de rotación del 80% para el 20% de los productos. Los productos correspondientes se almacenan lo más cerca posible de las zonas de entrada y salida de la mercancía, a la vez que se colocan a una altura de agarre para facilitar su manipulación.
  • B: corresponde a una tasa de rotación del 15% para el 30% de los productos. Los productos "B" se colocan en el centro del almacén y más bien se colocan en la parte inferior de los estantes.
  • C: para una tasa de rotación del 5% para el 50% de los productos almacenados. Estos productos menos exigidos se colocan en la parte inferior del almacén y en altura.

 

Tras este análisis de la actividad del almacén, es posible determinar la disposición de las instalaciones de almacenamiento y la naturaleza del equipo adecuado:

  • Palets.
  • Estanterías de almacenamiento.
  • Estanterías tubulares.
  • Estanterías para cargas pesadas o semipesadas.
  • Transportador a rodillos.
  • Almacenamiento para cargas largas.

 

¿Sabías qué…?


Existen varios otros métodos para valorar los inventarios, incluyendo:

  • Método FIFO: First In, First Out. La mercancía recibida primero se utilizará primero.
  • Método LIFO: Last In, first Out. El último artículo del inventario saldrá primero.

Cada uno de estos métodos se combina con una gama adecuada de estanterías.

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