Los desfibriladores son dispositivos médicos destinados a reanimar a las víctimas de un paro cardíaco. Sin embargo, para funcionar bien, tienen elementos clave tales como los electrodos o la batería. El último es esencial para generar la descarga eléctrica.
El corazón del desfibrilador
La batería es el componente principal de la unidad de control, ya que se utiliza para enviar una onda eléctrica y suministrar la descarga. Afortunadamente, la mayoría de los desfibriladores tienen baterías con una larga vida útil. Algunos dispositivos están diseñados y equipados con baterías que duran 5 o incluso 7 años.
Para ser eficaz, la batería de un desfibrilador debe ser capaz de proporcionar una descarga de entre 150 y 350 J. Para lograrlo, las baterías usadas deben ser de 9 o 12 voltios.
- Precio de una batería para un desfibrilador: la batería cuesta generalmente entre 150 € y 600 €, dependiendo del modelo.
¿Cómo comprobar la validez de la batería?
Algunas baterías tienen autocontrol para evitar que el desfibrilador deje de funcionar o se rompa. El período de procedimiento del autocontrol se puede configurar: semanal, mensual, trimestral, etc.
A menudo, también incluye un sistema de indicadores para detectar anomalías y garantizar que el desfibrilador está en funcionamiento.
En conclusión, seguir las instrucciones del fabricante es fundamental.
Elección de una batería para desfibrilador
- Cada desfibrilador está originalmente equipado con una batería de una determinada marca. Por tanto, es esencial conocer el modelo de desfibrilador para elegir baterías compatibles.
- A continuación, se recomienda elegir las baterías con la máxima autonomía.
- Es recomendable escoger un modelo con auto-control.
Precauciones
La batería del desfibrilador es un componente sensible y se debe tener precaución en su uso:
- No coloques la batería cerca de una fuente de calor (llama, la luz del sol...).
- No intentes abrir, cortar o romper la batería.
- No golpees contra la batería.
