Especialmente apreciada en la industria, la limpieza criogénica es una técnica de limpieza eficiente y respetuosa con el medio ambiente. Utilizando hielo seco no abrasivo, se realiza de 2 a 4 veces más rápido que los procesos convencionales.
¿Qué es la limpieza criogénica?
La limpieza criogénica se basa en técnicas de criogenia (conjunto de técnicas utilizadas para enfriar un material a la temperatura de ebullición del nitrógeno o a temperaturas aún más bajas), ya utilizadas en la industria, la medicina o el procesamiento de alimentos. Actualmente está siendo ofrecida por muchas empresas de mantenimiento.
Este tipo de limpieza se lleva a cabo proyectando hielo seco (emisiones de CO2 recicladas) en la superficie a limpiar. No abrasivo, puede ser utilizado en todo tipo de lugares, incluso si incluyen elementos eléctricos o electrónicos.
Tres efectos acumulativos:
- Impacto cinético que debilita la contaminación.
- Choque térmico que encoge y agrieta la suciedad.
- Sublimación, que permite la expulsión de los contaminantes (el dióxido de carbono toma 500 veces su volumen pasando directamente del estado sólido - hielo a - 78,5° - en estado gaseoso).
La limpieza criogénica elimina muchos tipos de residuos: hidrocarburos, resina, pintura... sin producir residuos secundarios (a diferencia de otras técnicas como la limpieza con chorro de arena, fregado o limpieza a alta presión).
Limpieza criogénica, limpieza económica y ecológica
La limpieza criogénica no requiere un detergente químico ni disolvente. El hielo seco es seco y no contiene humedad. No requiere ningún coste adicional para el reprocesamiento y no implica ningún desmontaje.