Todo sobre los mostradores

La gran mayoría de las empresas de orientación comercial tienen un mostrador de ventas. Este tipo de mobiliario profesional permite definir y mejorar el punto de venta. Además, hay una gran variedad de estilos para conseguir una buena distribución en la tienda y crear un valor añadido en términos de merchandising.

Funciones del mostrador

Por lo general, se instala en la tienda física o en la casa del almacén. El mostrador de ventas debe, por su ubicación, imponer de forma natural la meta final para el cliente. Por ejemplo: el cliente se dirigirá al mostrador para encontrar a un dependiente o distribuidor y/o pedir consejo. De hecho, el mostrador permite la recepción del cliente, la exposición de productos para la venta y el acceso a la oferta de servicios. Por lo tanto, es indispensable reflexionar sobre el posicionamiento de esta pieza multifuncional de mobiliario con el fin de promover el acto de la compra y fortalecer la identidad visual de la empresa. Debe ser fácilmente identificable desde la entrada de la tienda, y si es posible, desde fuera de la tienda.

Mostradores: tanto estéticos como prácticos

Por encima de todo, el mostrador de ventas debe ser simple y cómodo de usar para los vendedores. No obstante, la estética y el diseño son de particular importancia para ayudar a transmitir la imagen de tu empresa, pero siempre sin quitarle su funcionalidad, ya que los empleados lo usarán regularmente para hacer una venta o recibir a los clientes. Además, los fabricantes suelen ofrecer accesorios extras para mejorar la ergonomía, la integración de equipos informáticos o almacenamiento invisible a ojos de los clientes (pequeños armarios o estantes en la parte interna del mostrador).

¿Qué tipo de mostrador elegir?

Se recomienda optar por un mostrador de ventas con unas dimensiones y un diseño bien adaptados a la superficie comercial. Actualmente encontramos una gran variedad de ofertas en el mercado: accesorios, almacenamiento, materiales, colores... o mostradores a medida adaptados a tus necesidades. También se pueden fabricar con materiales diversos como plexiglás, madera o vidrio. En todos los casos, la elección del mostrador de ventas debe hacerse para que se integre perfectamente con el espacio comercial.

¿Cuánto cuesta un mostrador?

El mostrador, una verdadera herramienta para presentar la empresa, muestra diversos precios que oscilan entre 500 € y 2.000 €. Para un modelo de gama alta, los precios suelen subir todavía más. La gran diferencia entre precios se explica por la elección de los acabados, las dimensiones o el tipo de material.

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