Al optar por la contratación externa, al cliente de una empresa de contabilidad se le ofrecerá una amplia gama de servicios formalizados en una carta de compromiso (un contrato), que es el vínculo de la relación profesional.
La carta de compromiso, la base de la relación de subcontratación contable
En el contexto de la relación empresa/contable, el contrato de servicios adopta la forma de una carta de compromiso que vincula a cada una de las partes. Este documento contractual se somete a la firma del cliente e incluye los diversos servicios prestados por el contable.
Este contrato estándar define los siguientes puntos principales:
- Las partes implicadas: el cliente y el profesional.
- La naturaleza y el alcance de los servicios prestados.
- El marco de intervención del profesional.
- El importe de las tasas.
Sin embargo, ten cuidado, porque cada carta corresponde a su alcance. Una carta de compromiso "clásica" se refiere principalmente a los servicios básicos de la oficina de un contable:
- Contabilidad general.
- Contabilidad analítica.
- Contabilidad de clientes/proveedores.
- Preparación de las cuentas anuales (balance, cuenta de resultados...).
- Preparación de la declaración anual de impuestos.
Los servicios adicionales, como la gestión de nóminas o las declaraciones de seguridad social, son a menudo objeto de una declaración de compromiso separada.
¿Cuáles son los servicios de la contabilidad externalizada?
La externalización de la contabilidad es un sistema que ofrece grandes ventajas para las empresas que se liberan de tres tareas principales: contabilidad general, contabilidad analítica y contabilidad de clientes/proveedores.
Contabilidad general
La contabilidad general de la empresa tiene por objeto registrar todas las operaciones corrientes para elaborar el balance y la cuenta de resultados. Para ello, el profesional contabilizará todos los documentos contables del cliente: facturas de ventas, compras, gastos...
El contable registra estos datos que se utilizarán para:
- Balance: estado del activo y pasivo de la empresa.
- La cuenta de resultados: estado de ingresos y gastos de la empresa.
Las ventajas de la contabilidad general van aún más allá, ya que el profesional también garantiza la fijación del paquete fiscal, utilizado en particular para determinar el importe del impuesto de sociedades o del impuesto sobre la renta.
Contabilidad analítica
La contabilidad analítica es en cierto sentido una extensión del trabajo de la contabilidad general. El objetivo es procesar las operaciones del ejercicio y ponerlas en perspectiva para comprender los costes incurridos y los resultados obtenidos.
Más concretamente, para las PYME, la contabilidad analítica es una herramienta estratégica para gestionar las actividades:
- ¿Cuáles son las actividades más rentables?
- ¿Cuáles son las menos rentables para la empresa?
- ¿Qué decisiones son necesarias?
Contabilidad de clientes/proveedores
La contabilidad de los clientes y proveedores de una empresa también puede ser confiada al contable. Para ello, la empresa entrega al contable todas las facturas de compras y ventas. Este último las registra. También se produce un balance general al final del año para determinar las cuentas por cobrar y las deudas corrientes.
La firma de contables también puede, si se define en la carta de compromiso, encargarse de las diversas notificaciones recordatorias en caso de facturas impagadas, y puede asesorar sobre la salida del litigio.
La creación de una operación de externalizar la contabilidad supone un beneficio para las empresas, ya que los servicios básicos cubren las funciones clave de una actividad.
