Tarifas de los contables

Cuando el gerente de una empresa decide llamar a un contable, la cuestión del coste del servicio se discute rápidamente. Dependiendo del profesional y de la naturaleza de las tareas que realice, el precio del contable se calculará de dos maneras principales: a medida o combinado, en forma de precio fijo. En ambos casos, la carta de contratación formaliza el servicio.

Precio de un contable según el pasado

Este método de facturación es el más utilizado porque refleja la realidad del trabajo realizado en la contabilidad del cliente.

 

Para ello, la firma de contables produce un estado de cuenta de las horas trabajadas, aplicando una tarifa horaria que varía de una firma a otra.

 

Sin embargo, la tarifa por hora es muy desigual: el rango varía entre 50 €/hora y 150 €/hora dependiendo del nivel de la persona que realiza el trabajo.

 

Por lo tanto, es difícil dar una estimación global del importe anual de la intervención de un profesional de la contabilidad porque varía según la cantidad de trabajo requerido por el expediente del cliente. El precio depende de:

  • El número de documentos a introducir, a contabilizar.
  • La frecuencia y el número de declaraciones sociales e impositivas (mensuales, trimestrales, anuales).
  • Posibles horas de consulta: creación de empresas, respuestas a preguntas, situaciones intermedias, pronóstico de cuentas...
  • La naturaleza de la información a procesar: datos brutos (facturas, ventas, compras, etc.) o pre-entrada (con el apoyo de un empleado interno a la empresa cliente).

 

Se esperan costes anuales adicionales:

  • Balance y cuenta de pérdidas y ganancias.
  • Costes de preparación de los cuadros de mando.

 

El precio del contable según un método combinado

Este es el segundo método importante para establecer la tarifa por los servicios del contable.

 

Para ello, durante una cita con el cliente, el contable examina la situación general en la que tendrá que trabajar, evalúa el tiempo de permanencia en el expediente y formaliza una oferta de precio fijo.

 

El cálculo es sencillo: el contable multiplica su tarifa horaria por el tiempo que considere necesario.

 

La carta de compromiso incluye esta información y menciona si el presupuesto puede ser reevaluado o no durante el ejercicio financiero. Si el presupuesto no está programado para ser revalorizado, cada parte puede sentirse potencialmente perjudicada:

  • El tiempo empleado es superior al estimado: el contable pierde dinero.
  • El tiempo invertido es inferior al estimado: el cliente está perdiendo dinero.

 

La carta de compromiso: lo que debes saber

Tanto si se trata del tiempo realmente empleado como de una fórmula aproximada, el contable tendrá que detallar con la mayor precisión posible la cantidad de su servicio en la carta de compromiso.

 

Para asegurar que la relación contractual se construya sobre una base sólida, hay algunos consejos:

  • Considera la posibilidad de tener el número de citas anuales mencionadas en la carta de compromiso. Cada reunión se cobra por hora, por lo que el presupuesto total puede aumentar rápidamente.
  • Pide que la carta de compromiso indique claramente un cálculo detallado de los honorarios. Es necesario revisar cada posición y cada punto de servicio para determinar una hoja de ruta precisa y sin sorpresas.
  • Averigua cuántos beneficios están disponibles fuera del alcance de la carta de compromiso. Muchos servicios no son directamente aplicables. Gestión de nóminas, situaciones intermedias, asistencia jurídica o redacción de escrituras... son todos los servicios que se facturan de forma adicional.
  • Pregunta cómo se reevaluará el presupuesto. En el caso de la oferta combinada, ¿cómo volverá a estimar la empresa el precio total? ¿Qué costes adicionales puede esperar la compañía para una tarifa basada en el tiempo real empleado?
Expertos contables: ¿Cómo y cuándo cambiarlos? Principios y ventajas de la contabilidad externalizada